7/24/2006

SANTIAGO

Atras Santiago. Una ciudad enorme construida a la sombra de la cordillera andina. Mirando hacia la torre de la television, mis ojos detectan una linea blanca... Pienso: Anda, mira, se ve la sierra... ¿?. La sierra. ¡El Aconcagua!. 6959 mts.
La cumbre nevada de la cordillera surge como de la nada, flotando en el aire como una lustrosa coronacion blanca mucho mas arriba de los edificios mas altos de Santiago. Las mejores vistas se obtienen desde el parque de Santa Lucia en la zona centrica de la ciudad. Cerca de alli, el barrio de Buenavista y el Parque Forestal constituyen las zonas mas vistosas de una ciudad demasiado castigada por la contaminacion. No es bonita. En general resulta oscura, con viejos edificios bellos pero descuidados y edificios nuevos horripilantes. Diria que cuanto mas moderno peor. Pero Santiago es una ciudad que tiene algo. Algo que la hace apetecible. Apetece vivirla, descubrirla. Hay algo mas que su centro comercial que pretende parecerse al de las ciudades europeas o cualquier ciudad importante anglosajona. Ahi hay algo qur no acaba de cuadrar, como que no le va nada ese estilo y ahi, precisamente, reside para mi parte de su encanto.
Lo que yo busco no esta en todo lo que estra ciudad pretende aspirar a ser y que no es. Esta en lo que realmente es. Me gustó el Mercado Central, con su impresionante muestra de pescado y marisco de tamaños imposibles y los puestos en el perimetro de una increible marquesina diseñada por Eiffel. Dentro, restaurantes donde se puede consumir a placer todo lo visto fuera . Tiene encanto la abigarrada mezcla de la Plaza de Armas, si vas un poco antes del atardecer, con las multiples partidas de ajedrez que se juegan junto al templete de la orquesta, frente a la Catedral Metropolitana, la multitud agolpada frente a una pareja de humoristas de aspecto indigena que hacen humor de trazo grueso, o el sin fin de pintores que hacen de su propia abstraccion obra de arte, o simplemente, mal venden su talento por una misera caricatura.
Tiene encanto ver el Palacio de la Moneda, pequeño entre las moles que le rodean. Reconforta verlo en una mañana soleada y sentir que no esta siendo bombardeado, que esa es la unica imagen que yo tenia de el. Reconforta saber que se puede fotografiar a pesar de la presencia inquietante, por su aspecto y actitud, de los carabineros chilenos. Reconforta ver una escultura de Allende entre las de los otros presidentes que rodean la plaza y no ver la del golpista Pinochet. Algo parece haberse restituido en la moral.
Reconforta y sobre todo agrada tomarse un zumo de frutas exquisito, de naranja-platano, un jugo dicen por aqui, en la terraza de un bar cualquiera. Y sobre todo resulta placentero tratar con los chilenos, que aprovechan para charlar con cualquier excusa y te ofrecen enseguida informacion que puede resultar de interes.
Me he alojado en el barrio de Brasil, cerca del centro. Una especie de Lavapies, un barrio descuidado por el que fluye el aire de la gente joven que se ha movido alli porque es barato y lo ha llenado de locales de ensayo, salas alternativas de teatro y galerias de arte. Sorpende encontrarse una vieja casona palaciega desvencijada en cuya fachada se ha reproducido un cuadro de Roy Liechenstein. En todo eso hay un Santiago que fluye mucho mejor de lo que veo.
Me voy de Santiago pero volveré. He conocido a dos españoles, de Alicante, que al parecer volaron en el mismo avion que yo y que venian exclusivamente a esquiar a los Andes. Iberia les ha perdido los esquis. Estan tan encantados con Iberia como yo. Con ellos viene otro español que esta aqui viviendo. Es guitarrista y esta aprendiendo jazz. Quedanos para vernos en proximas vueltas a la casilla de salida que tendre que realizar. Espero tocar mas profundamente el alma de esta ciudad. Ahora hacia Atacama. Ya os contare.


1 Comments:

At 8:04 p. m., Blogger Pablo said...

rica percepción tienes, santiago (bautizado Santiasko por los jovenes) forma parte del centro histórico, el comercio se ha desplazado hacia el oriente de la ciudad, por eso se explica en parte la apariencia que describes. Tambien es interesante lo que dices de los jovenes que se han tomado ciertos barrios céntricos, me llama la atención que acá no se le de la importancia que ello tiene.

 

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